miércoles, 22 de octubre de 2008

ABUELA MÍSTICA, Q.E.P.D

LA MUERTE DE LA ABUELITA MÍSTICA O EL BIG PUSSY CONSTRICTOR


En la foto, la hija de Steve Irwin (el cazador de cocodrilos), Lamemel Irwin, posa junto a la almeja constrictora de la Abuela Mística, que pesó 135 kilos, más 12 kilos 800 gramos de clítoris. Al parecer, Lamemel Irwin se habría jurado a si misma desde el día de la muerte de su padre, el cazador de cocodrilos, que murió atravesado por la lanceta de una mantarayas, a cazar a las más grande de las mantarayas del mundo en honor a su difunto padre y con esa intención habría llegado hasta los pastizales de Santiago de Chile, alertada por los Servicios Internacionales de Espionaje Vaginal. Lamemel Irwin reconoció con ojos llorosos y acariciando orgullosa al trofeo vúlvico que yacía agonizante frente a ella “Yo también quiero morir atravesada como mi padre” dijo con ojos suplicante y el panduix goteando visiblemente “Pero por la lanceta del Dr Juan Lapollatiesa”, reconoció sobándose el felpudo. Desde África el jefe de la tribu Ñutu-Te-Lo-Hundo, asentada en el borde del temido lago Ñeeeeeee, dijo que ya estaba prendiendo el fueguito pa ponerle una manzana en la boca a Lamemel Irwin y asarla a fuego lento "Lamemel al palo", dijo. Según fuentes extra oficiales 3 pokemones y un chocopandero fueron rescatados con vida del interior de la manta raya asesina. Los pokemones, que bebían sendos schops de jugos vaginales y preparaban la siguiente orgía, se habrían negado a hacer abandono de la constrictora de la abuelita, ya que en su interior se sentían como en casa "Tenemos gel gratis y todo el día está pasao a disco poncia de Quinta Normal" dijeron pasando las manos por las paredes vaginales y enderezándose las mechas y aspirando profundamente. La policía debió lanzar gases lacrimógenos para persuadirlos. El chocopandero agregó “Fue la zoooooorra. Me recordó a una ex polola, la del zorrón hediondo. La guacha de la Marité tinía el manzo duplex, si ni con una peiná de alfombra de la Elefanta Fresia quidaba contenta la golosa, pasaba una moto parando rueda y la socia no si daba ni cuenta, hasta al Dr Juan la Pollatiesa li quedaba cuchareando. Si la loca no si ponía una oveja pa la ruler ¡Se ponía al rebaño entero¡" Al parecer Lamemel habría arribado a Santiago y en primera instancia habría confundido a la mantaraya asesina con la entrepiernas de Paty Maldonado, la que querría instalar una demanda "Tenía olor a puerto principal y era más fea que el asterisco de Chucky. Fue un lamentable error", dijo Lamemel. Se dice que el velorio pokemón se realizará en los siguientes días en el Parque de la Costanera, donde alrededor del ataúd todos los pokemones desenfundarán sus cipotes y llorarán por el ojo que llora espeso la muerte de la que se había erigido como la Ultima Gran Gurú Pokemona.

domingo, 19 de octubre de 2008

LA ABUELA MÍSTICA

Ustedes, los regalones que leen estas líneas en la comodidad de sus casas de seguro no van creerlo, pero hasta antes de mi viaje iniciático-místico-más-que-una-experiencia-religiosa al África a la tierna edad de 70 años, yo era una dulce abuelita como todas las de ustedes, dedicada al croché y armar rompecabezas, a hacerle cariño a mis gatos mientras esperaba que la pelá me agarrara de las mechas y cruzáramos juntas el río y que hace más de dos décadas no le veía la ranura al cabeza de criollita. Pero después de ese viaje iniciático todo cambió. Viajábamos por las recónditas tierras selváticas de Mgutu-Te-lo-Hundo junto a Tuburcio y su bastón de carne, mi guía, cuando decidimos acampar a orillas del temido Lago Ñeeeeeee. Esa noche, sin que yo me diese cuenta una serpiente constrictora se me introdujo por las zonas bajas, aprovechando los años de desuso y pérdida de sensibilidad de esa alguna vez recién horneada marraqueta que Julito Martínez, el Sapito Livingston y todos los mozuelos lame-clítoris de la cuadra se peleaban por degustar. Sin darme cuenta, la mordedura interior de la constrictor me llenó de super poderes, como la araña al Hombre Araña, el gato a Gatúbela, el lobo al Hombre Lobo o el pichulazo a Pichullman. Desde esa noche me convertí en la Abuela Constrictora, también conocida y temida bajo el nombre de la Abuela Mística. Esa misma noche devoré palmo a palmo con las paredes de mi vagina a Tuburcio y su bastón de carne y no contenta con eso avancé por las tribus devorando con mis labios vaginales todo lo que se ponía a mi alcance. Hasta que una noche en un sueño visionario supe lo que podía saciar mi insaciable voracidad, donde había carne fresca y joven en abundancia para alimentar a la bestia con que cargaba entre las piernas: en Santiago de Chile, mi ciudad natal. Así emprendí la travesía a casa, llevándome un par de basketbolistas nigerianos atragantados en el bistek, o más bien parrillada con bigotes, para digerirlos durante el camino. Así llegué hasta el parque de la Costanera y di inicio al festín. Si hubiesen visto lo que fue eso, mis estimados amiguillos, el anunciado apocalípsis Pokemón, los labios rugiendo, el clítoris lazando cual janero solitario poke-flaites del cogote, devorando esos pelos enlacados, los pokemones más extremos que de puro poncios en vez de huir se tiraban en clavados dentro de esa vulva asesina al más puro estilo Artulo Prat. Como muestra solo deben mirar la foto con atención, donde la enorme constrictor se está deshaciendo de los restos (piercings, aros, etc) de los pokemones luego del abundante festín, como cuando ustedes queridos regalones escupen los cuescos de las aceitunas o los huesitos de pollo en la comodidad de sus hogares. Asi que ya lo saben, si escuchan hablar de la abuela mística corran por sus vidas, porque cada esquina por la que tuerzan puede ser la última....mia-ja-ja-ja

jueves, 9 de octubre de 2008